El birrete blanco

Adaptación del cuento anónimo de Islandia Había una vez un chico y una chica que eran amigos desde la infancia porque vivían en el mismo pueblo y eran vecinos. Se llevaban muy bien y a menudo solían merendar juntos y dar paseos por el campo al salir de la escuela. El muchacho era muy travieso y aficionado a gastarle bromas a su amiga. A veces, se escondía tras las puertas para darle un susto o le contaba cosas inverosímiles y fantasiosas para que ella se las creyera. Después, cuando veía su cara de asombro, se partía de risa. En una palabra, le encantaba hacer payasadas y la chica era casi siempre el blanco de sus guasas. Un día que lloviznaba, la muchacha estaba en casa y su madre le dijo: – ¡Hija, la lluvia lo está empapando todo! Ve corriendo y trae la ropa que hay en el tendedero junto al cementerio, antes de que sea demasiado tarde. – Ahora mismo, mamá. Enseguida vuelvo. La chica salió disparada mirando de reojo los nubarrones sobre su cabeza ¡Estaba a punto de caer una buen...